viernes, 18 de septiembre de 2009

Carta del Prefecto de la Ciudad de Caracas, desde la Cárcel de Yare III.

A mis compañeros de trabajo de la Alcaldía Metropolitana hoy castigados por el solo hecho de exigir derechos laborales. Encerrados entre rejas, en una de esas cárceles pavorosas de la que todos sabemos los riesgos que corren, les envío mi afecto, mi abrazo y mi solidaridad. Quisiera que todos nuestros compañeros que no están entre rejas, velen por los familiares de los detenidos de antes y de ahora.

Tengo fe en Dios, se que todo lo que he venido haciendo es buscando lo mejor para la gente que lo necesita. Nuestra lucha es por los más necesitados y debemos tener fuerza por aquellos que no son aptos para emprender caminos de justicia, en libertad y democracia.


Uno de los dones más preciados del ser humano es la libertad y no podemos desmayar por el bien de nuestros seres queridos. Estoy detenido y no deseo esto para ningún ser humano de bien.


A mi compañero de lucha Oscar: podrán apresarlo, pero no podrán acallar su voz. Estará retumbando en los cerebros de quienes pretenden ser sus esbirros.


Mi mensaje a todos los Venezolanos. Solo les pido mantenerse unidos, no dejen que la miseria de algunos los atormenten, busquen la manera de hacerles entender a los que hoy no logran ver, que ellos también serán presa de su indiferencia. Aprovechen la libertad para defender la de los otros, que al final será la libertad de ustedes. No esperen que vengan a buscarlos.


Debemos todos tener esperanzas que vendrán tiempos mejores, pero por desgracia algunos no entienden que la lucha requiere de gran resistencia y ética.


A los compañeros líderes políticos de la unidad y de la sociedad civil les digo que el pueblo sigue esperando que le guíen. Logro ver un nuevo despertar. Con el afecto de siempre y un fuerte abrazo.


Richard Blanco Cabrera

(Preso político)

No hay comentarios:

Publicar un comentario